La fórmula del éxito comercial…(y de la vida)

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La fórmula del éxito comercial…(y de la vida)


– Maestro, maestro…creo que es el momento de que compartas conmigo la fórmula del éxito comercial – reclamó de nuevo Aridai, cómo lo venía haciendo en los últimos días.

El maestro Navid, gran comerciante persa, así lo creía igualmente.  Aridai había demostrado a lo largo de los últimos años su gran pasión y sus buenas dotes en el arte del comercio. Sus ventas de telas por todo el territorio habían ido creciendo poco a poco, y a pesar de la gran competencia existente en la zona, y la cada vez menos demanda por la situación de crisis provocada por la preocupante sequía que asolaba esa parte del imperio, Aridai se había ganado la confianza del maestro Navid, quien a sus 78 años, veía en el joven aprendiz el sucesor que podría mantener y seguir haciendo prosperar el gran negocio que su padre le había dejado hacía casi un lustro.

Navid agarró a Aridai del hombro y buscaron la pequeña sombra que aquel hermoso árbol de la seda arrojaba justo al lado del puesto de telas que hacía unas horas habían colocado en el mercado de la ciudad.

– Querido Aridai, llevas tiempo queriendo ser conocedor de la fórmula del éxito comercial. Es el momento de que la comparta contigo. Por favor, escucha y anota.

– El éxito comercial – siguió compartiendo Navid –  se basa en tres virtudes que pueden aprenderse, a través del entrenamiento y el trabajo. La primera de ellas, es la Calidad. Y por calidad no sólo me refiero a la calidad del producto, que es un requisito imprescindible y que se presupone, sino sobre todo a la calidad de tu estrategia, de trabajar tu mensaje y de tu propuesta, a la calidad de tu comunicación, a la calidad en tu trato con el cliente y a la calidad del servicio que le prestas, en el primer contacto, durante la venta, y sobre todo, tras ella.

Aridai, anotaba con gran entusiasmo en su viejo y raído cuaderno.

– La segunda virtud, es la Cantidad. El arte de la venta es una cuestión de repetir, de reiterar y de iterar, de seguir ofreciendo, de proponer, de mostrar, de no desilusionarse con los “no”, de marcarse unos objetivos cuantitativos a largo, a medio y, sobre todo, a corto plazo, día a día. A mayor actividad comercial, y siempre alineada con la calidad de tu estrategia, mayores y mejores resultados. Es así de sencillo.

A Aridai le gustaba ver que todo lo que estaba escuchando era de fácil aplicación, casi de sentido común, y sobre todo, que dependía de él mismo.

– No podrás controlar tus resultados, querido Aridai – siguió Navid-, por lo que te sugiero que no te obsesiones con ellos. En lugar de pensar en los resultados, pon tu foco y tu energía en aquello que si está en tus manos y en tu área de influencia, en la Calidad con la que afrontas cada relación comercial y en la Cantidad de acciones comerciales que haces. Eso sólo depende de ti – concluyó Navid mientras observaba con atención y “escucha visual” a un cliente habitual que, como siempre a esa misma hora, se acercaba al puesto de telas.

– Muchas gracias apreciado maestro – agradeció Aridai -. ¿Crees que con estos conocimientos que me compartes podré llegar a ser el buen comerciante que tú eres?.

– Hay un último punto, y al mismo tiempo el más importante Aridai. La tercera virtud es la Actitud con la que afrontas la acción comercial, y tu vida. Para lograr un verdadero éxito comercial, y personal, debes de desarrollar una Actitud positiva, de servicio, de querer contribuir, de aportar y de hacer que las cosas pasen. Es saber escuchar realmente lo que tu cliente quiere y necesita, y sobre todo generar en él emociones satisfactorias. Las personas deciden la compra por cómo les haces sentir, y luego, buscan el argumento racional para avalar su decisión. Es esa Actitud la que marca la diferencia entre lo corriente y lo extraordinario. Y es esa Actitud la que necesita esta civilización y las que vendrán.

Y mientras terminaba de pronunciar estas palabras, con su bastón, escribió en el terreno arenoso sobre el que estaban:

V = (C x C)A

O lo que viene a ser:

Ventas = (Calidad x Cantidad)Actitud

 

¡Felices ventas!

                                                                                                                                               El-hoy

 

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